Tuesday, September 10, 2013

Despedidas a Destiempo


La miró con una sonrisa, haciendo oídos sordos a lo q decía.
No le creyó... Cómo podría?
Se amaban y lo habían demostrado una y otra vez. Era cuestión de esperar y ver, otra vez.
No fue su culpa, cómo iba a creerle?
Se lo gritó una y otra vez, se lo susurró, se lo escribió y hasta se lo narró cual cuento... 
Pero no, él sabía más. Porque él sentía más.
Igual q un nene al q le dicen q es imposible volar, él sabía q no era verdad.
Así q quedó suspendido en tiempo y espacio, hablándole al aire como si siguiera ahí...
Llegó su turno de gritar, susurrar, escribir y narrar, y casi se puso en su lugar cuando no obtuvo respuesta.
Se le marchitó el corazón y se le secaron los ojos, y con el alma al fin vacía lo entendió, no iba a volver. Ni siquiera su fantasma iba a regresar, ni para atormentarlo ni para consolarlo, simplemente había desaparecido. 
Miró a su alrededor y no había nada, sólo letras pegadas en la pared q empezaban a desvanecerse.
Cerró los ojos, inspiró profundo, dejó q la luz del sol lo bañara y al fin lo aceptó, ella no iba a volver, pero estaba bien, porque él tampoco la amaba.