Estoy inquieta, nerviosa, ansiosa, odiosa, mañosa y feliz...
Y todo esto se debe a esta loca situación
Podría yo...?
No, no se puede, no se debe...
Pero puedo, no?
Quiero...
Necesito...
Si no te veo desfallezco
Y sin embargo te veo.
Estás siempre presente.
En un chiste, una canción o simplemente en las románticas
escenas q imagino una y otra vez con vos.
Son repetidas, clonadas y trilladas,
pero siempre distintas, frescas y llenas de magia.
Son simples y enroscadas,
son dulces y apasionadas,
son agresivas y aún así de ternura cargadas...
Tu mano en mi nuca
la otra en mi cintura...
Las distancias se acortan
los pechos se rozan
y los corazones galopan al ritmo de la pasión.
Nuestras miradas se atraviesan,
los alientos agitados se entremezclan
y huelen a frutas y jazmines,
a mar y fressias,
a libertad y lujuria...
Tus brazos comienzan a exigir la cercanía,
tu mirada se prende fuego
y las rodillas me tiemblan.
Como el caballero q sos, parecés pedir permiso
para dar ese beso q sella el comienzo de lo tan ansiado.
Y como la dama q soy no contesto
y ese silencio te basta para iniciar
lo q mi piel viene aclamando
desde el primer tímido roce.
